sentados bajo el quincho, en la mesa amarilla. èl esta metiendo el rollo nuevo en su cámara automática que había subido con él a Machu Pichu, una foto tremenda de double exposure, una llama radiando del pirámide, que había sacado fotos preciosas de su niña de niña, y ahora la prepara para el cumple, pasado mañana, de su nieta.
ella toma un descanso de su lectura para sorber el mate y hablar de su chico de bélgica que en lugar de hacer su servicio militar hizo su servicio social tomando fotos en un hospital de las emergencias, de los accidentes, haciendo campañas contra conducir ebria.
y él sorbiendo su café instantáneo comentando de su servicio militar obligatorio de joven cuando los militares trataron a los universitarios peor que al jugador de fútbol. los cuatro universitarios a recoger la basura, el jugador a conducir, y que no baje a ayudar.
risas. mira como somos.
él recoge la mesa, ella vuelve a su lectura, al silencio entre los dos.
el sol cae en el jardín, una maquina ruge cortando el césped del colegio al lado. los pajaros. la mañana volviéndose tarde. y todo porque no hubo electricidad para ir al ciber.
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